
Pequeña
historia de la evolución o involución del ser humano.
No
hace tantos años, aún era niña pero, lo recuerdo como si fuera hoy. Aquel olor
a leche recién ordeñada invade mi olfato. A las ocho de la noche, abrían la lechería,
un pequeño colmado improvisado en una vivienda, donde se vendía la leche
utilizando unos tazones de medida. Cada día compraba un litro y medio, luego
volvía a casa, mi madre la hervía para matar las bacterias y poder tomarla por
la mañana. ¡Qué rica era!
Aquella
rutina tan sencilla se repetía a diario, pero había otras. Todo se vendía
en pequeños colmados familiares, nada que ver con los
supermercados de hoy en día, como tampoco existía la variedad de productos de
que ahora gozamos y además, las bebidas se vendían en envase de cristal canjeable.
Pagabas un envase y en cuanto volvías a la tienda para comprar más, solo tenías
que entregar la botella vacía y te cobraban el líquido de una llena. En cuanto
a los productos envasados en plástico individual, no existían, todo era a granel.
Un día, aquella lechería de mi niñez
cerró, no fue la única. Legalmente ya no se podía vender la leche a granel.
Arguyendo motivos de salubridad obligaron a los granjeros a vender esa misma
leche a la industria lechera, para su pasteurización y envasado en botellas de
plástico y más tarde brik. La industria láctea empezó a marcar el precio de la
leche y se apoderó del mercado.
La venta de bebidas también fue
envasada en plástico o botellas de un solo uso y brik. También los productos de
bollería, comida y en general casi todo, acabó por envasarse en plástico. En el
caso de la bollería, se estandarizó el uso individual.
Nuestro
consumo cambió de un modo extraordinario en muy pocos años, gracias a los
derivados del petróleo y generamos tanto desperdicio que, se tuvo que prohibir
las bolsas de asas para empezar a concienciar de lo dañino del plástico, un
producto que tarda de 15 a 1000 años en degradarse. El ritmo es de una media de
250 bolsas de plástico al año por persona y eso por qué no he nombrado el
cartón, el vidrio y otros productos contaminantes. ¿Cuánto van a esperar para retirar los envases de un solo uso e
individuales? ¿Cuándo volveremos al
consumo coherente de mi niñez? ¿Cuándo dejaremos de ser adictos al consumo y al
“usar y tirar”?
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